Rosario: «Nicaragua continúa exigiendo a la Comunidad Internacional respeto»
La Vicepresidenta de la República, Compañera Rosario Murillo expresó que “Nicaragua continúa exigiendo a la Comunidad Internacional respeto”, al finalizar el acto de entrega de Cartas Credenciales de nuevos embajadores.
Murillo agregó que las situaciones que suceden en el país deben ser resueltas por los gobernantes del mismo y no deberán meter mano, ni haber intervención de otro país.
“Hemos recibido una cátedra de dignidad de orgullo nacional, de derecho internacional; yo diría que lo esencial, la clave de toda esa exposición de nuestro Presidente es que Nicaragua sigue exigiendo a la Comunidad Internacional respeto. Respeto, no injerencias, respeto a nuestros procesos internos, respeto a lo que es la base del derecho internacional; que es la soberanía de los pueblos”, explicó.
Asimismo, indicó que las palabras declaradas por el Comandante Daniel Ortega resaltaron la valentía que ha tenido el pueblo nicaragüense a lo largo de una trayectoria histórica.
Ser Sandinista es un orgullo patriótico
“Hoy al escuchar al Comandante hablando de nuestra historia que nos enorgullece a todos porque en cada capítulo de esa historia nuestra, de agresión sostenida, de intervención sostenida; se ha alzado el coraje y la bravura del pueblo nicaragüense, que ha sido capaz de resistir en los tiempos históricos de vencer. Porque la revolución y el triunfo de la Revolución en Nicaragua es la síntesis de ese coraje histórico y de ese espíritu de resistencia, de bravura; de hidalguía y de honor,” puntualizó.
Destacó la fecha histórica de la liberación de Nicaragua luego de derramar sangre heroica; y que eso nos hace sentir inmensamente llenos de esperanzas y con más valor para jamás volver a someternos ante gobernantes que solo buscan la codicia y llenan su ambición. Dejando a un pueblo indefenso, malnutrido y lastimado, por ello, las familias nicaragüenses han ratificado su apoyo al Gobierno Sandinista; ya que ha sido el único gobierno que les ofrece solidaridad, paz, libertad y democracia.
“El 19 de julio de 1979 conquistamos nuestra liberación, iniciamos un proceso y dijimos: ¡Vencimos, somos libres! ¡Jamás volveremos a ser esclavos! Y es una frase que nos repetimos todos los días cuando tratan de intimidarnos. Cuando nos amenazan, cuando nos agreden, cuando pretenden seguirnos agrediendo, cuando quieren destruirnos; ¡vencimos, somos libres, somos dignos, jamás volveremos a ser esclavos!”, enfatizó.
Nicaragua es un pueblo cristiano y solidario
Asimismo, expresó que Nicaragua es un país con una fuerza espiritual muy grande, «estamos conectados con el Padre Todopoderoso, las familias viven en armonía con la naturaleza y su creador; porque reconocemos que Gracias a Dios luchamos por ser mejores cada día y poder hacer el bien a nuestros hermanos cristianos».
“Y nuestro pueblo tiene una fuerza espiritual infinita y esa fuerza de espíritu es fruto de la fe porque este es un pueblo cristiano; somos cristianos y desde nuestra fe sabemos que, Sí Dios con Nosotros ¿Quién contra nosotros? Lo sabemos y por eso somos capaces de enfrentar para trascender todas las adversidades”, agregó.
Resaltó que para ciertos ciudadanos el pasado quedó atrás, pero la familia sandinista lo recuerda como algo grato; a pesar de las muertes que se dieron por querer tener una Nicaragua Libre.
“Quizá hablar del pasado para muchos no tenga sentido pero no hay que olvidar, ahí lo decía: ¿De dónde venimos? ¿Y hacia dónde vamos? Venimos de una historia de agresión de codicia de los imperios; que quisieron de mil formas dominar esta Nicaragua de paz y bien. Y venimos de una historia de Resistencia, de lucha y de victoria”; destacó.
Ni nos vendemos, ni nos rendimos
Ratificó que Nicaragua es un país que no se vende, ni se rinde; sino es una país que sigue luchando por el bienestar, por la estabilidad y la paz.
Rosario expresó que el valor que hemos conocido a través de la historia de nuestros héroes y mártires está muy adentro de nosotros; y que no dejaremos (los nicaragüenses) que los terroristas nos quiten la paz en que vivimos, donde hemos edificado un país lleno de amor y solidaridad que seguiremos construyendo.
La Compañera concluyó con un mensaje de amor, refiriéndose a que «en esta vida todo es efímero y lo único que queda es el amor, el bien que hemos hecho en vida; por lo tanto, ser cristiano, tener respeto hacia el prójimo y hermanos es lo que debemos de seguir haciendo hasta que nos toque la hora de partir de este plano terrenal».
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