Rosario: “El Estado tiene el deber de garantizar el derecho a la seguridad”
La compañera Rosario Murillo expresó en el acto conmemorativo del 40 aniversario de la Policía Nacional que el Estado tiene el deber de garantizar el derecho de la seguridad a las familias nicaragüenses.
Expresó, que también resulta emotivo recordar, pero no olvidar el recorrido del odio y delirio de la locura de la traición de los traidores de la patria que pensaron que este pueblo podía desplazarse fácilmente. «Porque aquí es el pueblo el que está gobernando, aquí es el pueblo que recuperó el poder en enero del 2007».
Recordó el terror que vivieron las familias nicaragüenses a causa de la explosión satánica del año pasado. “Hubo destrucción, secuestros, violaciones a mujeres en los tranques de la muerte”.
La compañera tachó de «sínicos a esas personas que dicen defender los derechos de las mujeres y que trabajan con los grupos de terroristas. Cuanto odio en corazones que desgraciadamente son nicaragüenses, pero no parecen ser porque no aman a Nicaragua ni al pueblo nicaragüense”, resaltó.
Aseguró que Nicaragua no volverá a sufrir una espiral de odio como la que intentaron desatar los golpistas el año pasado.
“Trabajamos por la reconciliación y nuestra Policía Nacional nos ha cuidado durante 40 años a todos sin distinción y ha fortalecido nuestra capacidad de trabajo”, expresó.
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Asimismo, la compañera recordó todos los derechos que se habían logrado con la primera etapa de la revolución y que fueron arrebatados por el somocismo.
“Nos impusieron una guerra en los años 80, y ahí estábamos en las familias y con las comunidades trabajando duro. Para garantizar mejores condiciones de vida”, expresó.
El año pasado revivimos el odio de la locura, pero no pudieron ni podrán. “Lo trascendimos porque el pueblo tiene un legado de amor”, resaltó la compañera.
Recordó la perdida de compañeros policóas. “¡Y cuántos policías murieron defendiendo el derecho a la seguridad, a la vida, de las familias!”, añadió.
Reiteró que esos días de perfidia y de malignidad no volverán a reproducirse en Nicaragua. Porque el pueblo nicaragüense tiene un legado de amor y concordia, que nos llevó a trascender antes otros momentos difíciles como la guerra que nos fue impuesta durante los años 80 del siglo pasado.
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