Osvaldo Gil destaca el amor nicaragüense hacia Roberto Clemente

Osvaldo Gil destaca el amor nicaragüense hacia Roberto Clemente

Por medio de una entrevista al Ex Presidente de la federación de Béisbol aficionado, Osvaldo Gil destacó que el pueblo nicaragüense ama más a Roberto Clemente; que su propia nación, Puerto Rico.

Osvaldo Gil destaca el amor nicaragüense hacia Roberto Clemente

Hace 48 años que han transcurrido desde su partida física, pero el corazón de Nicaragua aún lo recuerda al gran jugador Clemente; quién se solidarizó con el país de lagos y volcanes después de oír por las noticias sobre el terremoto que sacudió a toda Managua.

Teniendo la intención de apoyar a sus hermanos nicaragüense decidió llevar un cargamento de ayuda para los afectados; por lo tanto, el 31 de dicembre de 1972 emprendió su viaje a las tierras de Nicaragua.

Sin embargo, la noche de esa misma fecha cayó aparatosamente la nave en que viajaba al mar debido a una sobrecarga del aparato; instantáneamente fallecieron los tripulantes.

Los medios de comunicación de Puerto Rico confirmaron la muerte de Roberto Clemente; todos los aficionados al Béisbol y el público en general sintieron la pena y el luto de su muerte.

Osvaldo afirma que Nicaragua quiere más a Clemente

Después de varios años, Osvaldo Gil lo recuerda con un amor inmenso y mucho respeto, citándolo en todos los artículos y libros que ha publicado; «El pelotero se llenó de fama, el hombre se cubrió de gloria, porque era mejor el ser humano, que lo que era el pelotero», expresa Gil, refiriéndose a Clemente.

«Roberto repartía todos los días de su vida en Nicaragua 20 dólares en monedas nicaragüense; y cuando venían los trabajadores de la caña con el machete debajo, él se paraba frente al hotel y los llamaba para darles a cada uno las monedas», agregó Osvaldo.

Asimismo, Gil resaltó que Clemente era una persona inteligente y que podía lograr cualquier cosa que se proponía, a parte de siempre tener un corazón noble y honesto; «Sino hubiera sido pelotero, tenía la cabeza para ser lo que fuera, tenía una esponja en la cabeza y entonces sabía cuándo subir, cuándo bajar». 

«Cada vez que hacen algo en Puerto Rico, yo me alegro; porque en Nicaragua lo quieren más que aquí. En Nicaragua hay hospitales, hay bibliotecas, hay avenidas, y obviamente hay dos estadios de béisbol», concluyó Osvaldo Gil.

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