Riqui Puig, el héroe del Barcelona tras marcar penalti en la Supercopa

El Barça luchará la Supercopa de España en la final del domingo en Sevilla, después de apear a la Real Sociedad en la tanda de penaltis, tras una partido muy intenso.

© ESPN

Ter Stegen, que ya salvó a los de Koeman al final de la prórroga, paró dos lanzamientos en la tanda y Riqui Puig, que jugó el tiempo extra, demostró su personalidad para marcar el definitivo, tras los errores de De Jong y Griezmann.

La semifinal empezó ya en la previa, cuando Messi encendió las alarmas, tras quedarse en el hotel en la sesión matinal de activación programada por Koeman, por lo que el argentino se resintió de las molestias en la pierna izquierda y no se quiso correr riesgos.

El capitán, que entró vestido de corto, se quedó en el banquillo y se perdió la semifinal de Supercopa de España, frente a la Real Sociedad, es por ello que sin Leo, el Barcelona empezó sin determinación.

Tampoco ayudó la presión asfixiante de la Real, que encerró a los azulgrana en su campo, hasta que un tiro de Lenglet, en el ecuador del primer tiempo sirvió para que los culés reaccionaran y dieran el pasó adelante que pedía insistentemente Ter Stegen.

De hecho, el guardameta alemán fue clave para evitar el primero de los ‘txuri urdin’ que comenzaron con tres llegadas con peligro, la más clara, una de Isak, en el minuto 17, tras un error de Busquets.

Busquets tira la contra

Busquets al perder el balón en el centro del campo, la Real tiró la contra y el sueco se planto ante Ter Stegen, que sacó una mano providencial para sacar el remate picado del delantero.

El Barça, activo por banda derecha con Dembélé como filón, avisó con un remate de Braithwaite, tras un buen centro de Mingueza, ayer lateral derecho al lado de un Araujo que a pesar de llegar con molestias completó un partido superlativo.

Por lo que antes del descanso, de las botas del danés nació el primer tanto del Barcelona, Martin abrió a la izquierda, donde se incorporó Griezmann y el francés se la puso a De Jong más ofensivo de la temporada, que abrió el marcador con un cabezazo espectacular y lo celebró subiéndose a caballito de Antoine.

Tercer gol del neerlandés en un mes, que ya le marcó a la Real en Liga, desde que Koeman volvió al 4-3-3, tras un primer tiempo igualado y marcado por el respeto entre ambos conjuntos, la reanudación empezó con el mismo protagonista. 

De Jong cometió penalti tras impactarle el balón en el brazo y Oyarzabal, auténtico especialista, no falló engañando a Ter Stegen, por lo que el empate no descentró al Barça que mejoró a medida que pasaron los minutos.

Catalanes se lanzan al ataque

Los catalanes se atrevieron algo más en ataque y controlaron mejor el partido en el segundo periodo y la reacción culé no tardó en llegar, precisamente de las botas De Jong, que se durmió en el último instante, quien en una rápida cabalgada, recortó dentro del área, pero Gorosabel llegó a tiempo para evitar su remate a bocajarro.

Griezmann también lo intentó de volea y Dembélé desaprovechó una contra que había dejado al Barça cuatro contra tres y el asedio culé no paraba, rematando Pedri, que obligó a intervenir a Remiro y Lenglet cabeceo arriba tras un saque de esquina.

La semifinal se fue a la prórroga y Ter Stegen volvió aparecer para sacar un derechazo de Zaldua, que acababa de entrar, el Barça respondió con un disparo abajo de Dembélé tras un robo de Griezmann cerca del área rival.

Antoine dispuso de la mejor ocasión del tiempo extra para el Barça, pero su media tijera la sacó Remiro y en la jugada posterior, a la contra, la tuvo Oyarzabal, aunque las dos mejores opciones fueron para Januzaj.

Real falla los tres primeros penaltis

Ter Stegen le sacó un cara a cara en la primera y después poco después el palo escupió su lanzamiento de falta, el finalista se decidió en la tanda de penaltis y el Barça no afrontaba una desde la temporada 1997-98, cuando ganó la Copa al Mallorca, y esta vez volvió a salir cara para los culés.

La Real falló los tres primeros penaltis y en el Barcelona marcaron Dembélé y Pjanic, había fallado De Jong y Griezmann, lo mandó a las nubes, así que tuvo que ser Riqui Puig, marginado durante todo el curso, quien agarrara la responsabilidad para meter al Barça en la final.

Al joven de 21 años no le tembló el pulso y metió al equipo de Koeman en la final, el canterano lo celebró con rabia, besándose el escudo, y posteriormente se abrazó a Ter Stegen, el otro héroe del camino a la primera final de la temporada.

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