Leonel, símbolo de las realidades más profundas de la Revolución
La Compañera Vicepresidenta Rosario Murillo, destacó en su comunicado del día, un aniversario más del tránsito a la inmortalidad de uno de los símbolos de las realidades más profundas de la Revolución, Leonel Rugama.
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Hace 50 años cuando las balas de la guardia nacional se bajaron con el espíritu heroico del pueblo nicaragüense que ni se vende ni se rinde; estaba en pie de lucha Leonel Rugama Rugama.
Rosario recordó al héroe con una de sus frases célebres, cuando el mismo decía “Siempre muy cerca de la muerte, pero no del final”; porque un revolucionario no muere, siempre es recordado por cada uno de los hijos de la patria que vivió o conoce de su lucha.
Ademas, recordó cuando el mismo Leonel visitaba el periódico la presa donde trabajo Rosario y lo recuerda “viendo todo y nada” con sus lentes; viendo el deber de los nicaragüenses de luchar para vencer.
Recordemos a Leonel
Por otra parte, recordó como lo describía el mismo José Coronel Urtecho también poeta nicaragüense, cuando Urtecho se asombro al ver y conocer el alcance de Leonel con su poma “La tierra es un satélite de la luna” que incluso fue traducido en una revista liberal católica de estados unidos; lo que significó para la mente de los hombres, fue un impacto, el mismo impacto que causo la revolución nicaragüense.
En este caso, Rosario indico que “quien no se entrega a la revolución es porque es un fósil en Nicaragua” “Leonel Rugama es símbolo de las realidades más profundas de la revolución” ;es un hombre puro, neto y completo y su herencia es su vida.
Según las palabras de la Vicepresidenta, Los poetas son diferentes a su realidad, pero Leonel estaba identificado con la realidad, él es vigencia absoluta.
Es por su legado que hoy lo estamos celebrando en flor de juventud, por ser un símbolo permanente que vive en los sueños y la esperanza disparando auroras; Nuestros líderes revolucionarios nos dejaron las banderas en alto consolidando la patria y por ellos vamos adelante hechos esperanza y convencidos de que es nuestro, el porvenir.
