Daniel y Rosario participarán en acto de conmemoración al General Sandino
La Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de la República, saludó a las familias de Nicaragua en este día, donde reavivamos el recuerdo de nuestro más insigne héroe, Augusto Nicolás Calderón Sandino. La Vicepresidenta también anunció que, nuestro presidente, Comandante Daniel Ortega, ella y gabinete del Buen Gobierno estarán participando, esta tarde, en el acto nacional de conmemoración del General de Hombres Libres. Quien un día como hoy, en 1934, el niquinohomeño fue emboscado y asesinado por la guardia del dictador Anastasio Somoza; pasando así a ser un inmortal que vive en el corazón de todos los patriotas que siguen sus legado.
“Nicaragua, hoy 21 de febrero, está de celebración porque conmemoramos 85 años de carácter nicaragüense, 85 años de espiritualidad inmensa, 85 años de heroicas batallas en claves de tiempo histórico que no pueden medirse con nuestros calendarios comunes. Claves de tiempos espirituales, memorias sagradas de nuestros pueblos que siempre saben ver el infinito, el horizonte que siempre (también) es más aquí. Porque nos enseña a caminar con fuerza de esperanza, amaneciendo cada día con optimismo y certeza de victorias”
Rosario leyó la composición Aquel Amigo que dedicó el escritor Pablo Neruda a Sandino. El poeta, considerado uno de los mejores del siglo XX, se caracterizó por luchar, a través de su arte, contra la opresión de los pueblos.
Aquel Amigo
Después Sandino atravesó la selva y despeñó su pólvora sagrada contra marinerías bandoleras
en Nueva York crecidas y pagadas: ardió
la tierra, resonó el follaje:
el yanqui no esperó lo que pasaba: se
vestía muy bien para la guerra brillaban
sus zapatos y sus armas pero por
experiencia supo pronto quiénes eran
Sandino y Nicaragua: todo era tumba de
ladrones rubios: el aire, el árbol, el
camino, el agua, surgían guerrilleros de
Sandino hasta del whisky que se
destapaban y enfermaban de muerte
repentina los gloriosos guerreros de
Luisiana acostumbrados a colgar los
negros mostrando valentía sobrehumana:
dos mil encapuchados ocupados
en un negro, una soga y una rama. Aquí
eran diferentes los negocios:
Sandino acometía y esperaba,
Sandino era la noche que venía
y era la luz del mar que los mataba,
Sandino era una torre con banderas,
Sandino era un fusil con esperanzas.
Eran muy diferentes las lecciones,
en West Point era limpia la enseñanza:
nunca les enseñaron en la escuela
que podía morir el que mataba:
los norteamericanos no aprendieron
que amamos nuestra pobre tierra amada
y que defenderemos las banderas
que con dolor y amor fueron creadas.
Si no aprendieron esto en Filadelfia
lo supieron con sangre en Nicaragua:
allí esperaba el capitán del pueblo:
Augusto C. Sandino se llamaba.
Y en este canto quedará su nombre
estupendo como una llamarada
para que nos dé luz y nos dé fuego
en la continuación de sus batallas.
Pablo Neruda. Canción de Gesta. 1960