Masaya rinde homenaje póstumo a Carlos Palacios (Q.E.P.D.), insigne maestro de marimba
Su nombre completo es Carlos Alberto Palacios Ruiz, oriundo de la capital del folclore, un excelso maestro en la ejecución del piano indígena que hoy pasa a otro plano de de vida.
En estos momentos las autoridades de la Ciudad de las Flores, INC, reinas, indias bonitas y novias de Masaya hacen un homenaje digno del apasionado artista que luchó por rescatar, promover y vigorizar la cultura y costumbres de Masaya.
Palacios aprendió a tocar guitarra a la edad de 8 años, a los 13 inició a pregonar las teclas de madera del piano de arco. A los 21 ya elabora y comercializaba marimbas.
Se casó con doña Mariana López Álvarez, procreando ocho hijos (tres varones y cinco mujeres) siendo un padre ejemplar, destacan sus amigos.
Desde Monimbó para toda Nicaragua y el mundo, con esa visión se comenzó a proyectar, como un reconocido marimbero a través de las ondas de radio Masaya, radio Reloj y radio Mundial.
Fue un apasionado por sus raíces indígenas, amante de la música folclórica y promotor de los sones de marimba. En el año 1960 formó el reconocida conjunto de los «Hermanos Palacios».
Desde 1960 promovió la cultura, talento e idiosincrasia de la popular capital del folclore en sus magistrales presentaciones artísticas por los países de Centroamericanos.
En el año 1967 comenzó a trabajar en la escuela Folclórica de Masaya, donde impartía clases de marimba a estudiantes de todos los colegios de Masaya.
Dentro de sus logros y legado cultural destacan reconocimientos de:
– Asociación Cultural de Artistas de Masaya (1996).
– Reconocimiento de su trayectoria artística por Intur (2011).
– Hijo Dilecto de la Ciudad de Masaya (2012).
– Destacado Marimbista, aporte a la Cultura. Alcaldía de Masaya (2015)
– Orden de la Independencia cultural «Rubén Darío» (2010), recibida por el presidente de la República, Comandante Daniel Ortega Saavedra.
(Q.E.P.D.) Carlos Palacios, los Masayas lloran su partida, pero está comprometida en seguir su ejemplar legado.
