¿Qué te parecería comunicarte a través de el «tufo a pata»?

No es nada del otro mundo saber que en la naturaleza existen olores muy particulares que no siempre agradan al olfato, como quizá el olor a queso que tienen algunos después que se sacan los zapatos si hablamos de las personas, solo por poner un ejemplo, pero no hay nada de que asombrarse porque es parte de la naturaleza de nuestros cuerpos, claro que también depende de que tanta higiene tengas en tu día a día.

Pero la verdad que tanto humanos como animales tenemos estas características que quizá tienen su función o su motivo de ser, y esto es lo que sucede con los osos pardos, que son animales solitarios los cuales emiten multitud de huellas químicas para comunicarse con sus congéneres. La última que se ha descubierto: el olor de pata, ¡si de pata porque los únicos que tenemos pies somos los humanos!.

Para las personas el tufo en esta zona del cuerpo es motivo de preocupación y pena sobre todo cuando vamos a comprar zapatos nuevos y quizá el vendedor no se nos despega y lo peor de todo es que tal vez no nos echamos nuestra media libra de talco en los “pies”. Eso amigos, eso si es una triste historia.

Pero hablemos de los osos, no les quitemos su protagonismo en esta nota. Empecemos con que los osos pardos son animales solitarios que emiten multitud de huellas químicas para comunicarse con sus congéneres y según un estudio publicado en la revista Scientific Reports, comunicarse a través del olor de sus patas es de suma importancia.

Además de que marcan los árboles y que a veces emiten secreciones anales para transmitir señales a sus congéneres, ahora a esta lista se añaden los compuestos emanados por ciertas glándulas situadas en las plantas de las patas de este animal el cual deja una huella química que proporciona información muy precisa sobre el individuo que ha pasado por la zona.

Aunque algunos sabían que los osos realizaban una especie de baile apretando con fuerza sus patas contra el suelo, desconocían el fin con el que lo hacían. Ahora se ha descubierto que este comportamiento, que había pasado desapercibido para la comunidad científica, está relacionado con la comunicación química entre individuos», explica Eloy Revilla, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana.

Las conclusiones del trabajo son el resultado de varios años de investigación. Por un lado, se realizó un exhaustivo análisis histológico de la piel de las patas de varios ejemplares de osos pardos de los montes Cárpatos (Polonia), asi como también por la recoleccion de muestras de olor que fueron analizadas mediante cromatografía de gases.

Ir al canal de Telegram de Viva Nicaragua 13