El día que Messi quiso irse del FC Barcelona

El jueves 7 de julio del 2016 Lionel Messi y su padre fueron sentenciados por la Audiencia Provincial de Barcelona. Contra ellos se dictaminó 21 meses de prisión. ‘La Pulga’ venía de caer en la final de la Copa Centenario ante Chile por penales y había anunciado su retirada de la selección argentina. Su ánimo no era el mejor. Había perdido en la cancha y fuera de ella.

Una guerra mediática inició teniendo al juicio como arma principal. Lionel Messi era respaldado por el FC Barcelona, pero atacado por el resto de España. Sin contar la nueva derrota con la selección albiceleste. El argentino, que es malo aguantando la presión, no pudo más. Comunicó su intención de irse del cuadro culé. Por primera vez el rosarino informó a la directiva catalán su decisión de marcharse. ‘La Pulga’ quería saltar al Manchester City de Pep Guardiola.

Así lo cuenta una nota del diario ‘Mundo Deportivo’. El periódico brindó los detalles. Lionel Messi había comunicado al presidente del Barcelona Josep Maria Bartomeu su deseo de ser traspasado al Manchester City, inclusive expresó que estaba decidido a salir a los medios de comunicación y contarlo. La respuesta de la entidad culé fue apelar a la calma. Había una cláusula de recisión de 250 millones de euros por Leo. Las conversaciones iniciaron por unos 150 millones de euros.

Según cuenta ‘Mundo Deportivo’, el 18 de julio, un día después del pedido de Lionel Messi, la directiva informó al entrenador Luis Enrique la situación. ‘La Pulga’ tenía una licencia especial que le permitía empezar la pretemporada dos semanas más tarde. El Presidente y Vicepresidente del Barcelona se reunieron con Jorge Messi en Miami, pero la respuesta del padre fue la misma que la del hijo. ‘Leo’ no soportaba la presión de los medios y la situación con la Hacienda. Y todo podía empeorar si el jugador comunicaba a los medios de prensa su deseo de irse al Manchester City.

La situación era complicada. Rápidamente la directiva catalán se comunicó con el delantero uruguayo Luis Suárez. Uno de los pocos amigos de Lionel Messi tanto dentro como fuera de la cancha. Al día siguiente, el 19 de julio, Suárez invitó a Messi a una cena. Conversar y recordar buenos tiempos era la excusa. Solo eso. Aún no se tocaba el tema de su partida. Una nueva cena ocurrió la noche siguiente. Entonces sucedió. El uruguayo logró convencer al argentino de seguir en el Barcelona. El rosarino regresó una semana antes a los entrenamientos y volvió a enfundarse la indumentaria blaugrana. El operativo para retener a ‘La Pulga’ había funcionado.

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