Realmente quien puede cambiar el mundo ¿la ciencia, la tecnologia o vos y tu mentalidad ecológica?
Hoy en día se habla mucho de ecología, medio ambiente, conservación y todo el rollo que le sigue y pues, esta perfecto, pero ¿hasta que punto realmente tenemos una conciencia ecológica? ¿realmente entendemos lo que significa ser una persona comprometida con el ambiente y su conservación? Y ¿hasta que punto podemos tener y desarrollar practicas ecologistas en un mundo repleto de avances científicos y tecnológicos?.
Estas son algunas de las preguntas que a menudo muchos nos planteamos pero todo surge por la necesidad de tener un estilo de vida mejor, mas salud, mas limpieza, mejor alimentación e incluso mas desarrollo científico y tecnológico porque recordemos que estos no están peleados con el cuido de nuestro planeta, al contrario, es lo que mas sincronizado debería de estar.
Siempre digo, tenemos una conciencia ecológica en el sentido de buscar nuestro propio bienestar y el de los demás, iniciando con acciones que parezcan tan insignificantes pero que si muchos o todos lo hiciéramos valla que habría un resultado genial.
El uso combinado de ambas, supone alternativas mas eficientes, limpias y generalmente con mejores resultados en el campo económicos, además de soluciones más respetuosas con el medio ambiente natural, que incluso pueden ayudar a regenerarlo porque hablar de conservación y tecnología abarca tantos aspectos de la vida moderna como construcción, generación de energía, tratamientos de residuos solidos y líquidos, solo por mencionar algunos.
Entonces el punto de todo esto es darnos la oportunidad de iniciar con cambios mínimos que con el tiempo pasaran a ser parte de nuestro diario vivir sin necesidad de sentirnos presionados porque para caminar se inicia gateando a como lo han hecho grandes científicos que han transformado la manera en que vivimos y utilizamos nuestros recursos renovables siempre de la mano con el medio ambiente.
Así que como siempre, nosotros te decimos pero el de la opción sos vos. Lo tomás o lo dejás.
Por: Wayner López Davies
