¡Que caiga un chaparrón!

¡Que caiga un chaparrón!

¡Que caiga un chaparrón!

“Que llueva, que llueva,

la Virgen de la Cueva,
los pajarillos cantan,
las nubes se levantan,
que sí
que no,
que caiga un chaparrón”

Así transcurrieron nuestros años de infancia, cantando de una forma tan inocente para pedir al cielo que nos diera lluvia, en aquellos viejos tiempos de niñez era muy común que también los pequeños deseáramos con muchas ansias que cayeran las primeras lluvias ya que cada vez que llovía era una oportunidad para escapar de nuestras casas y brincar de alegría bajo el agua con todos los broderes de la cuadra.

Era normal revolcarse en cada charco que se convertía en una piscina, imaginar que cada chorro de agua que caía de las casas se convertía en una enorme cascada, sin duda alguna era una aventura total; así como nosotros deseábamos la lluvia para divertirnos, también los productores de nuestro país ancestralmente han invocado a dioses y santos para tener una buena cosecha.

Nuestros padres y abuelos cuentan que en estas fechas en que se celebra a San Isidro Labrador misteriosamente llueve, como bien se conoce el dicho popular “San Isidro Labrador quita el agua y pone el sol”, los creyentes realizan todo un ritual que va desde celebraciones litúrgicas, festejos populares y el recorrido del santo por las principales calles pidiendo a una sola voz: ¡Que llueva, que llueva! Y para que bendiga las cosechas y los campos.

Cada 15 de mayo la tradición y las creencias populares cuentan que después de la procesión del santo en algunos pueblos misteriosamente llueve, los creyentes dan gracias a San Isidro por el agua y esa representa la bienvenida oficial al invierno.

Esta celebración que se da en varios países tiene su origen desde mediados del siglo XIX inicialmente en España; los nicaragüenses lo celebran en diferentes partes como Jinotega, Matagalpa, Masaya, Estelí; con chicheros, juegos pirotécnicos y una algarabía muy particular; en algunos pueblos realizan corridas de toros, carreras de cintas y elección de la reina de las fiestas en Honor al santo.

Nuestro pueblo cargado de fervor cada año se congrega para pedir la lluvia bendita en nuestra tierra, no perdamos esa tradición infantil con ese canto que aunque inocente es una oración que se hace para pedir la lluvia.

¡Que llueva en esta tierra bendita!

Martha Espinoza
Periodista y Presentadora
@espinozajs

Martha Espinoza

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