Habitantes del barrio Cuba le cantaron y rezaron a la “conchita”
En el barrio cuba la alegría y la devoción se fusionaron.
La virgen María y la virgen de Fátima llegaron a visitar a sus creyentes.
Entre cantos y chicheros le rindieron honores a las hacedoras de incontables milagros.
Desde la madrugada en la casa de Teresa Chávez el olor a hierba buena e indio viejo invadió el lugar.
Dos cazuelas repletas de comida alimentarían a trecientos devotos de la virgen.
En su quinto día de peregrinaje la virgencita lleva su esperanza a los corazones abatidos para brindarles consuelo y paz a quienes tienen fe.