MLCI: Nica-Act, la última agresión imperial a Nicaragua

El Movimiento Liberal Constitucionalista Independiente se suma al clamor de condena de la gran mayoría del pueblo nicaragüense contra la irracional iniciativa de ley que bajo el código de “Nica-Act” fue introducida por 15 republicanos y 10 demócratas, a la tubería legislativa del congreso norteamericano con el fin de intervenir una vez más en nuestros asuntos domésticos e imponernos el perfil de su política imperial a solicitud de los lacayos nacionales que ante su propia incapacidad hoy celebran una nueva agresión contra nuestro país después de haber ido a solicitar a Washington inmiscuirse en asuntos que solo son competencia de quienes nos inspiramos en Darío, Zelaya, Zeledón y Sandino.

Estados Unidos nunca maduró su relación con Nicaragua para comprender que la fracasada política del “gran garrote” se estrelló contra nuestra historia y que sus invasiones e intervenciones terminaron en derrotas políticas y militares porque siempre hubo gigantes que armados con la heroicidad propia de sus más grandes hijos empequeñecieron la soberbia del Águila Real para convertir a nuestro país en un símbolo de la resistencia latinoamericana contra la soberbia de un imperio cuya decadencia ha sido tejida por la mano de sus fracasos.

Hoy el imperio nuevamente se expone a morder el polvo de una nueva derrota ante una nación que como la nuestra y desde el esfuerzo inclaudicable e indeclinable de sus profundas transformaciones sabrá enfrentar la nueva amenaza abrazándose nacionalistamente al azul y blanco de su bandera. Nicaragua es una nación dolida con la insolencia y los abusos de quienes se auto proclamaron como la policía del mundo para juzgar desde el poder de sus bayonetas y sus cañoneras a quienes siempre quisieron. Esta realidad, que no han podido concretar en nuestra amada patria, los ha llevado a mantener una atracción fatal que les arrebata el sueño porque siendo el nuestro un país pequeño en el centro de las américas los buenos hijos de esta tierra somos una referencia para el mundo de resistencia y lucha contra el imperialismo norteamericano.

Los nicaragüenses identificamos a Ileana Ros-Lehtinen, Marcos Rubio y Albio Sires como cabecillas de ésta iniciativa, pero también como enemigos declarados de nuestro país y representantes del pensamiento más retrógrado y cavernario de la más extremista política norteamericana que vacía de toda autoridad moral quiere imponernos el recetario de una democracia en decadencia que enfrenta profundos cuestionamientos en una sociedad polarizada que harta de su sistema trata de identificar un camino por el cual andar mientras el mundo descubre que Estados Unidos ni es el paradigma de libertad ni es el sueño de los pueblos en busca del bienestar común.

Duele a los imperialistas que, en Nicaragua de la mano de Benjamín Zeledón y Augusto C. Sandino, el yanqui invasor haya mordido mortalmente el polvo de nuestras agrestes montañas y que los sobrevivientes y desarticulados marines hayan tenido que abandonar derrotados nuestro territorio. Esa herida causada por el patriotismo nacionalista de nuestros guerreros ha sido una factura que nunca nos han podido cobrar, pero sí han tratado de vengarse imponiéndonos ejércitos afines como la Guardia Nacional y acomodando en el poder a sirvientes nacionales que fueron parte de una galería siniestra que hizo derramar la sangre valiosa de los nicaragüenses que nos enseñaron el valor del honor y la dignidad.

El Movimiento Liberal Constitucionalista Independiente frente a esta amenaza cierra filas con el pueblo y gobierno de Nicaragua y declara su absoluta confianza en que la sabiduría, experiencia y madurez en el delicado manejo de esta coyuntura permita al Presidente Daniel Ortega y la Vicepresidenta Rosario Murillo, tomar las decisiones que correspondan para denunciar y exponer esta patraña contra una nación que en la reconciliación efectiva encontró la ruta de la democracia que día a día construye sobre los pilares de la libertad, la paz, estabilidad y el crecimiento económico que permite hacer efectiva la justicia social como fórmula victoriosa en la lucha contra la pobreza.

Rechazamos en toda su expresión el retorcido propósito de quienes en el imperio y a solicitud de su servidumbre nacional pretenden descarrilar los innegables avances de Nicaragua en los últimos diez años como efecto de la política de diálogo y consenso inclusivo que ha desarrollado el Gobierno de Unidad y de Reconciliación Nacional del FSLN. Hoy el mundo no solo reconoce la profunda transformación de Nicaragua, sino que además la perciben como un modelo a seguir y la distinguen en América Latina como una economía que crece de la mano de una alianza tripartita entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores y que se fortalece con la estabilidad que es fruto de una seguridad que los inversionistas exaltan.

Nicaragua ha hecho de la paz y la reconciliación los símbolos efectivos para construir su democracia. Bajo esa política ha logrado desarraigar del corazón del nicaragüense la guerra que en muchos capítulos de nuestra historia fue el veneno inoculado por el odio imperial que quiso vernos sumergidos en el atraso y la postración. Hoy hemos logrado cambiar con mucha voluntad y pocos recursos los enfoques de la guerra y por eso cada ciudadano de bien en este país es un grano de arena contra la miseria, el analfabetismo, las enfermedades, el desempleo, las drogas, las pandillas, la delincuencia, la migración ilegal, el narcotráfico y otros factores que son causa de la depresión social.

El MLCI reconoce en la Organización de Estados Americanos y a su Secretario General, Luis Almagro, no solo su interés por el perfeccionamiento de nuestra democracia a través de un acompañamiento que se extenderá por los próximos tres años, sino por haber considerado como nada constructiva la intensión de estos congresistas norteamericanos, enemigos de Nicaragua, por introducir la Nica Act con el propósito mal sano de descarrilar lo mucho que hemos avanzado en la última década y que causa malestar en una oposición incapaz e irresponsable que no escatima esfuerzos por dañar al país con tal de afectar políticamente al Presidente Daniel Ortega y a su gobierno y al que no hayan ni cómo enfrentar ni cómo hacerlo bajar de las preferencias electorales cuando estas son medidas a través de las repetidas encuestas que firmas nacionales y extranjeras hacen para identificar los niveles de aceptación o rechazo entre los diferentes liderazgos nacionales.

Estados Unidos ensoberbecido imperialmente contra una Nicaragua profundamente nacionalista reafirma una vez más su política exterior como violatoria del derecho internacional al chantajear y sojuzgar a un pueblo al que quieren arrebatar la esperanza por un futuro construido por sus propias manos. Cabe poner en alto relieve que el empobrecimiento de nuestro país en gran medida se debe no solo a las invasiones e intervenciones de los Estados Unidos sino al desacato a la sentencia de la Haya que manda al imperio a indemnizarnos con 17 mil millones de dólares por los daños y perjuicios que nos causaron en su guerra de agresión en la década de los ochenta cuando impidieron el desarrollo de una revolución que en el presente marcha segura y en paz con la convicción e inspiración de servir a los mejores intereses de la nación.

Finalmente hacemos un llamado a todos los sectores políticos, económicos y sociales de la nación a unirnos contra esta nueva amenaza que ha sido estimulada por un oposicionismo sin vergüenza y sin escrúpulos que pretende que sean los extranjeros quienes les hagan el favor de ponerlos en el poder. En Nicaragua hay democracia y voluntad para mejorarla todos los días y los únicos que la niegan son aquellos que son incapaces de unirse y organizarse para plantear una propuesta que sea mejor a la del actual gobierno.

La profunda división, el odio descarnado, el canibalismo que les extingue y la auto descalificación que les caracteriza es la causa del mal causado en una oposición vende patria que hoy celebra el “favor” que el imperio les hace, pero en su limitada miopía política no calcularon el inmenso daño que se hicieron al ir a Washington para afectar a un pueblo que les terminará escupiendo el rostro por la mano que levantaron contra el país y los intereses de los nicaragüenses.

Ahora nos preparamos para ir a las elecciones municipales en noviembre próximo y de ahí que retrógrados imperiales nos muestren, como igual lo hicieron en las elecciones generales de 2016, el ridículo y patético fantasma de la Nica-Act como un mecanismo burdo para generar miedos y así ayudar a sus cipayos nacionales incapaces de atraer por sí solos la preferencia de los electores. No obstante, esa amenaza, la inmensa mayoría de los nicaragüenses expresaremos con votos y bajo la observación de la OEA que deseamos continuar por el camino que hoy andamos, que esa es nuestra decisión y que somos libres y soberanos para determinar quién nos representa, de qué lado están los mejores intereses de la nación y a quienes debemos castigar para dejar sentado que frente a los Chamorro y los Díaz del presente la dignidad y el nacionalismo sobre abunda para decir que somos dueños de nuestro propio futuro y que por algo somos orgullosos de ser nicaragüenses por la Gracia de Dios.

Dado en la ciudad de Managua a los 6 días del mes de abril de 2017.

Secretaria de Prensa y Relaciones Públicas del Movimiento Liberal Constitucionalista Independiente. MLCI.

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