Circos, ¿Crueldad o diversión?
El circo ha sido desde siempre una forma clásica de diversión, ¿Quien no ha visitado en algún momento de su vida algún circo que llegó de fuera a nuestro municipio o cuidad?. Recordás cuando el espectáculo de la noche era el domador de leones y tigres, un personaje que desde siempre ha sido característico y el más atrayente de la función?
Pero Lamentablemente, cuando termina la función no todos regresan a casa felices, aun detrás del colorido de las carpas, hay quienes están obligados a volver tras las rejas.
Y esos personajes son los animales de circo quienes viven en pequeñas jaulas dónde apenas se pueden mover, o permanecen la mayor parte del día atados al suelo. Esto les impide desarrollar sus comportamientos naturales y, en consecuencia, les provoca frustración y demencia, sin obviar que para domesticar a un felino o a un paquidermo se utilizan métodos que exigen un grado de violencia como lo es privarlos de alimento, utilizar látigos, barras de metal con puntas de gancho y hasta descargas eléctricas.
Como todos sabrán, los circos tienen un cambio constante de un lugar a otro, lo cual puede tener consecuencias extremadamente dañinas en los animales, como lo es el estrés, el cual puede ser causado por el miedo, especialmente durante el transporte y la descarga.
¿Creen usted que un ser nacido para la libertad ama la obligación de actuar y vivir tras los barrotes?
Los animales en su estado natural jamás se paran de cabeza, montan bicicleta, ni patines, mucho menos gozarían saltando a través de obstáculos y por supuesto, no usan ridículos trajes y vestidos.
Que injusto es ver que mientras un animal sufre, el público desde sus asientos aplauda y goce viendo estos actos de “entretenimiento y diversión”.
Señores el circo puede ser realmente divertido e interesante con grandes espectáculos dignos de admiración sin maltrato de animales de por medio.
No le enseñemos a nuestros hijos a ser insensibles ante el sufrimiento de los demás, los circos no son divertidos para los animales.
